H
abía una vez una niña bonita. Tenía los ojos como dos aceitunas negras, lisas y muy brillantes.Su cabello era rizado y negro, muy negro, como hecho de finas hebras de la noche.
Su piel era oscura y lustrosa, más suave que la piel de la pantera cuando juega en la lluvia.
![Cuentos infantiles, cuentos para niños, cuentos divertidos, cuento de una Niña bonita, cuentos divertidos para niños, entretenidos cuentos para niños, cuentos infantiles y divertidos](http://www.vivirdiario.com/ziqmg3/images/nnto1.jpg)
![]() | Al lado de la casa de la niña bonita vivía un conejo blanco, de orejas color de rosa, ojos muy rojos y hocico tembloroso. El conejo pensaba que la niña bonita era la persona más linda que había visto en toda su vida. Y se decía: “Cuando yo me case, quiero tener una hija negrita y bonita, tan linda como ella...” |
![]() | Por eso, un día fue adonde la niña y le preguntó: “bonita, niña bonita, ¿cuál es tu secreto para ser tan negrita?”. La niña no sabía, pero inventó: “Ah, debe ser que de chiquita me cayó encima un frasco de tinta negra”. El conejo fue a buscar un frasco de tinta negra. Se lo echo encima y se puso negro y muy contento. Pero cayó un aguacero que le lavó toda la negrura y el conejo quedó blanco otra vez. |
![]() | Entonces regresó adonde la niña y le preguntó: “Niña bonita, niña bonita, ¿cuál es tu secreto para ser tan negrita?”. La niña no sabia, pero inventó: “Ah, debe ser que de chiquita tomé mucho café negro”. El conejo fue a su casa. Tomó tanto café que perdió el sueño y pasó toda la noche haciendo pipí. Pero no se puso nada negro. Regresó entonces adonde la niña y le preguntó otra vez: “Niña bonita, niña bonita, ¿cuál es tu secreto para ser tan negrita? La niña no sabía, pero inventó: “Ah, debe ser que de chiquita comí mucha uva negra. El conejo fue a buscar una cesta de uvas negras y comió, y comió hasta quedar atiborrado de uvas, tanto, que casi no podía moverse. Le dolía la barriga y pasó toda la noche haciendo popó Pero no se puso nada negro. |
![]() | Cuando se mejoró, regresó adonde la niña le preguntó una vez más: “Niña bonita, niña bonita, ¿cuál es tu secreto para ser tan negrita? La niña no sabia y ya iba a ponerse a inventar algo cuando su madre interrumpió y dijo: “Ningún secreto. Encantos de una abuela negra que ella tenía. Ahí el conejo, que era bobo pero no tanto, se dio cuenta que la madre estaba diciendo la verdad, y si el quería tener una conejita negra y linda tenía que buscarse una coneja negra para casarse. Y la niña bonita fue la madrina de la conejita negra. Cuando la conejita salía a pasear siempre había alguien que le preguntaba: “Coneja negrita, ¿cuál es tu secreto para ser tan bonita? Y ella respondía: “Ningún secreto. Encantos de mi madre que ahora son míos”. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario