Hada madrina
Había una vez un hada madrina que era muy conocida porque en su castillo albergaba a muchas pequeñas hadas de todo el mundo que eran huérfanas. El hada madrina tenía buen corazón pero siempre daba órdenes a las futuras hadas madrinas y a muchas no les gustaba eso. Pero hubo un día en que una de las pequeñas hadas, llamada Dorita, decidió irse del castillo. Caminando por el bosque empezó a sentir miedo por lo feos que se veían los árboles. El bosque estaba lleno de brujas que no eran buenas.
El hada madrina les habló de ellas y les había prohibido que se acercaran al bosque. Pero Dorita era desobediente y por eso no hizo caso. Dorita estaba distraída cuando una malvada bruja se acercó y la asustó. Se la estaba llevando mientras ella gritaba desesperada: “¡Auxilio, socorro!”. Gritó tan fuerte que el hada madrina la oyó y vino inmediatamente a ayudar a la Dorita. El hada madrina le llamó la atención y le dijo que no la desobedezca ya que ella sabe por qué le dice las cosas. Al final, el hada madrina le abrió los brazos y le dijo que la quería y que por eso la cuidaba. Dorita arrepentida, prometió nunca más desobedecer y entendió que el hada madrina le decía las cosas porque la quería.
Debemos recordar que nuestros padres, por más que a veces parezcan malos, en realidad nos corrigen y nos orientan porque nos quieren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario